Espíritu Emprendedor TES 2024, Vol 8, No. 4 de octubre a diciembre 67-80
Artículo Científico
Indexada Latindex Catálogo 2.0
ISSN 2602-8093
DOI: 10.33970/eetes.v8.n4.2024.402
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International (CC BY-NC 4.0) Revista Trimestral del Instituto Superior Universitario Espíritu Santo
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En este acápite se abordan las bases teóricas que sustentan las variables en estudio como son:
clima y cultura organizacional.
Clima organizacional
El clima organizacional es un sistema de características medibles del ambiente laboral
que, de manera directa o indirecta, influyen en la motivación y el comportamiento de las
personas que trabajan en ese ambiente (Litwin y Stringer, 1968). Además, Rensis Likert
(1986), citado en Edel (2007), afirma que "la reacción ante cualquier situación siempre
está en función de la percepción que se tiene de ella; lo que cuenta es la forma en que se
ven las cosas y no la realidad objetiva" (p. 48). Al respecto, el clima organizacional
involucra tanto a la persona como al entorno, y según la teoría de Lewin, el individuo se
encuentra inmerso en un campo no solo físico, sino también psicológico y social,
constituido por las características del ambiente de trabajo que le rodean. Asimismo, el
clima organizacional es una experiencia del individuo en relación con las características
de su entorno laboral (García et al., 2020). En este sentido, Brunet (1997) sostiene que la
medida perceptiva de los atributos organizacionales facilita su medición y respeta la teoría
de campo de Lewin. Ehrhart et al. (2014) coinciden en que el clima es una descripción de
cómo los empleados ven sus entornos de trabajo, no una evaluación personal afectiva del
entorno laboral. De igual manera, autores como Dessler (2008); Hellriegel y Slocum
(2009); Chiavenato (2009) definen el clima organizacional como un enfoque subjetivo,
es decir, como la percepción individual del ambiente laboral de la organización y la
descripción de su entorno físico, estructural y social que influyen en el comportamiento
del trabajador, sus reacciones y sentimientos en el lugar de trabajo y, por ende, en la
productividad. Si el clima es bueno, existe motivación, satisfacción, ánimo y
colaboración; en cambio, si es bajo, prevalecen el desinterés, la inconformidad y la
insatisfacción.
En este contexto, el clima organizacional es un tema ampliamente estudiado en el campo
del comportamiento organizacional y está íntimamente relacionado con el grado de
motivación de los miembros de la organización, la adaptación a los cambios y las
relaciones humanas, variando de una persona a otra. Esto afecta el manejo de personal, el
análisis de su comportamiento y motivación, con el fin de lograr una alta productividad y
una sana interrelación entre el personal, así como una buena relación entre los empleados
y la organización.
De igual manera, según Ponce y Gómez (2021), las dimensiones del clima organizacional
prestan atención a los aspectos que inciden en la calidad y calidez del ambiente que se
vive y percibe dentro de una empresa. Estas dimensiones se desarrollan en múltiples
valoraciones del desempeño de los individuos en su entorno laboral. Existen diversas
clasificaciones de estas dimensiones, de las cuales se han tomado algunas de las más
relevantes, como son: efectividad de la empresa, efectividad del personal, desarrollo y
reconocimiento, y compromiso. Por su parte, Sandoval (2004) argumenta que las
dimensiones del clima organizacional son las características susceptibles de ser medidas
en una organización y que influyen en el comportamiento de los individuos. Para llevar a
cabo un diagnóstico del clima organizacional, es importante definir los elementos que